jueves, 8 de diciembre de 2011

Capítulo 12#

…Lucas. Esboza una sonrisa radiante al verme bajar la escalera. Álex se ha marchado a su habitación para dejarnos intimidad.
-       ¿Qué haces aquí a estas horas?- le pregunto, sorprendida.
-       Necesitaba verte- me toma entre sus brazos. Me siento reconfortada y a salvo.
-       Vamos al salón.- me susurra.
Ya nada existe alrededor. Sólo él y yo. Me toma en brazos y nos sentamos en el sofá. Le miro a los ojos. Son verdes. Y profundos. Me acaricia la barbilla y acerca mi cara a la suya. Rozamos nuestros labios. Jugueteamos un rato hasta que al final nos besamos, profundamente, disfrutando cada segundo de placer. Nos abrazamos y permanecemos así, yo recostada en su pecho, y él besándome la nuca, durante unos cinco minutos.
-       Es tarde- me dice.- Tengo que irme, amor. Mis padres se van a dar cuenta de que no estoy en casa. Nos vemos mañana, o cuando sea, ¿si? Te quiero mucho, cariño.
No quiero que se vaya. Quiero agarrarle de la cintura y que esto no acabe jamás. Quedarnos en el sofá hasta las seis de la mañana. Quiero dormir a su lado, despertarme con él. Pero tiene que irse. Además, mis padres van a llegar pronto de trabajar.
-       Vale, mañana nos llamamos. Te quiero.- nos besamos otra vez. No me canso, es adictivo. Soy completamente feliz.
Me voy a la cama con una sonrisa que no se me borra de la cara.
==Esa noche, en sueños==
Desperté en un lugar confortable. Estaba tumbada sobre un lecho de hojas, en medio de una finca. Me incorporé. Alguien se acercaba.
Estaba encapuchado, completamente vestido de negro. Mis músculos se tensaron inevitablemente.
Cuando llegó a mi lado, se acercó a mi cara y me sonrió. No podía verle la cara, su capa ensombrecía su rostro, pero por su bella sonrisa adiviné que era muy guapo. Dos mechones de cabello rubio le escapaban por la frente.
-       No puedes esconderte…tarde o temprano acabaremos estando juntos…te encontraré allá donde vayas…sabes que serás mía…- me susurró.
Sus palabras me extrañaron. No entendía ni una palabra de lo que decía, no tenía ni el más mínimo sentido. Y sin embargo, esa voz me resultaba tan familiar…
Se quitó la capucha.
Él. Él es el chico de ojos azules, fríos como el hielo.
Jack.
==A la mañana siguiente==
Me despierto. Menudo sueño. ¿Significará algo? Bueno, no le demos más vueltas. Me visto corriendo y desayuno calmadamente. Hoy me hago un moño bien chulo, un poco deshecho, pero adrede.
Mamá me ha preparado unas tostadas. Las como alegremente y me encamino al instituto.
-       ¡Hoooooola!- David también parece contento hoy.
-       Hola, chavalote. Brilla el sol, y los pajarillos cantan- reímos juntos.
-       Sí que estás feliz hoy- me dice con una amplia sonrisa en la cara.
Me coge en brazos como si fuera una ligera pluma y me lleva a caballito.
-       ¡Que te vas a destrozar la espalda!- intento zafarme y bajarme, pero él es más fuerte y me sujeta bien.
-       Qué va, soy un chico fuerte.
-       No, si ya.- le digo, fingiendo enfadarme.- Y cuando tengas una chepa impresionante, ¿qué chica va a querer estar contigo?
-       Con que tú quieras estar conmigo... me vale.- ya empezamos. La sonrisa se me borra de la cara. Odio que se ponga en ese plan meloso. No me gusta y punto. Es mi mejor amigo, nada más.
-       Bájame.
Continuamos el camino callados. Llegamos al instituto y me encuentro a Diana besándose con Iván. Bueno, si son felices…Diana me ve y se separa de Iván para venir corriendo hacia mí.
-       ¡Tíiiiiiaa!- me da un beso inmenso en la mejilla.
-       ¡Hooola!- no puedo evitar contagiarme de su felicidad.
-       Tienes cosas que contarme, ¿no?- me mira con cara de pícara. Me conoce mejor que nadie y no puedo esconderle nada.
-       Sí. No te lo vas a creer. Ayer vino Lucas a mi casa, ¡a las once y media de la noche! Vino, nos liamos otra vez y bueno, vamos a quedar. Al parecer estamos saliendo. ¡Soy tan feliz!
-       ¡Qué me dices! Me alegro muchísimo por ti, a ver cuándo me lo presentas. Tengo que ver si te merece.
En ese instante me suena el móvil. Un nuevo sms. ¡Y es de Lucas! El corazón me late a mil millones por hora sólo de pensar lo que puede poner en ese mensaje. ¡Estoy tan enamorada!
-       ¡Diana! Sms de Lucas, ¡de Lucas!- me marcho corriendo por el pasillo para leerlo en la intimidad. Lo abro…

miércoles, 7 de diciembre de 2011

#.

No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.~
I just need a chewing gum to be happy(:

jueves, 1 de diciembre de 2011

Capítulo 11#

… me besa. No, no es un pico. Es un beso largo, apasionado. No sé por qué me he dejado llevar, no lo esperaba. Estamos unos 10 segundos besándonos. Me abraza. Me aferro a él. No quiero que esto se acabe nunca. Soy completamente feliz.
Finalmente nos separamos. Agacho la cabeza, me entra la vergüenza. No me siento ya tan segura. Me mira feliz. Y me vuelve a besar. Este beso es más corto, de repente se separa de mí bruscamente y mira el reloj.
-       ¡Ostia, las 5 y media! Tengo clase, lo siento. ¡Nos vemos!
Y se marcha. Me quedo desconcertada. Le observo mientras se aleja por el pasillo, de prisa. Me toco los labios. Mi ropa huele a él.
Regreso a casa, y decido una cosa. Pongo el tuenti y miro los mensajes.
“¡Amor! Tengo que hablar contigo, mañana te cuento. Te quiero, Diana(: ”
“Hola, spanish girl. Quiero quedar contigo. Hoy parecías enfadada en el instituto. ¿Cuándo te viene bien? Bueno, hablamos mañana en clase. Un beso, Jack, your own captain America<3”
“¡Hola, princesa! He pensado que podíamos quedar mañana para estudiar. Así me explicas las matemáticas, que se me han atragantado y no hay manera. ¿Qué me dices? Bueno, mañana hablamos. Un beso, David.”
Tengo que escribirle un mensaje a Lucas antes que nada.
“Hola, Lucas. Tenemos que quedar. Ese beso no puede quedar así. No soy de las que van besando a la gente sin razón, necesito una explicación. ¿Cuándo puedes quedar? Venga, adiós. Vera.”
Ya estoy satisfecha. Decido relajarme un rato y bajo al salón a ver un poco la tele. Mi hermano Álex todavía no ha venido, porque está estudiando arquitectura y suele volver a eso de las once. Estoy sola. Me descalzo y veo durante media hora o así un capítulo repetido de Aquí no hay quien viva. Mi serie favorita. La única que me hace reír.
Cuando me canso de los vecinos de Desengaño 21, me subo a la habitación y estudio un rato. Al fin y al cabo, mañana tengo global de física y química, y no quiero tener que pasar las navidades estudiando para recuperar.
Once páginas y pico después, comienza a sonar el teléfono. Lo cojo rápido, ya que estaba sobre mi mesa.
-       ¿Sí?
-       Hola, cariño- es Diana.- ¿qué tal?
-       Bien, bueno, regular, bueno, no muy bien, la verdad.
-       ¿Y eso?- Diana parece extrañada.
-       Bueno, es que resulta que había quedado con un tío del conservatorio para estudiar, y nos hemos liado.
-       ¿Y te gusta?
-       No lo sé…puede que sí, o puede que no…el caso es que se ha largado sin explicación.- todavía sigo indignada.
-       ¡Qué cretino! Bueno, lo siento por ti, de verdad, pero llamaba para decirte lo feliz que me siento ahora mismo…
-       ¿Por?- ahora soy yo la extrañada. Se supone que Diana estaría llorando desconsolada en su cama porque Iván la había dejado.
-       Iván y yo hemos vuelto…- parece más feliz que nunca.- Me lo ha pedido esta mañana. Y le he dicho que sí, naturalmente.
No me lo puedo creer. El chaval al que más odio, un chulo asqueroso e idiota perdido, y Diana le vuelve a dar una oportunidad. No lo quiero ni pensar.
-       Ah…bueno, pues me alegro por ti- le digo medio cabreada.
-       La verdad es que estoy muy feliz. Bueno, te tengo que dejar, tía, que tengo que estudiar, que no quiero dejar física y química.
-       Vale, venga, adiós, mañana hablamos.
Creo que es mejor que me vaya a la cama.
Me meto en la cama. Qué calentita está. Estoy un rato dándole vueltas a la cabeza con lo de Jack y David, que quieren quedar conmigo, y no sé qué hacer, y el beso de Lucas. Sí, me está empezando a gustar. Tiene algo. Y ese algo me encanta.
A la media hora o así oigo que llega Álex de la universidad. Qué raro, parece que habla con alguien.
Miro la hora. Las once de la noche.
Sube Álex.
Vuelvo corriendo a la cama, no quiero que sepa que estoy despierta. Me tapo todo lo que puedo con la manta. Se acerca más, y más…se abre la puerta, suavemente.
-       Vera- dice entre susurros.- Venga, sé que estás despierta. A mí no me engañas, chavala.
Vale, me ha pillado.
-       ¿Qué quieres?- fijo acabar de despertarme- Son las once de la noche…
-       Primero, normalmente te metes a la cama mucho más tarde, y segundo, hay alguien abajo que quiere verte.
-       ¿A estas horas quién va a venir a casa a verme?
-       No sé, el chico no me ha dicho cómo se llama. Pero parecía urgente. Tú baja y listo.
¿Quién será? ¿Un chico? Sólo hay tres posibilidades: Jack, David y Lucas.
¡No puedo bajar con estas pintas! Me pongo una camiseta muy mona, una falda vaquera y unas bailarinas, me pinto un poco y me hago un moño improvisado pero que al menos no deja ver mis pelos de loca. Me pinto un poco la raya, pero casi no se nota. Un poco de gloss y, ¡listo!
Bajo las escaleras lentamente…no sé con quién me puedo encontrar, y cuál es mi sorpresa al ver a…